Nuestra misión es el cambio: Re-Plantéatelo. Hagamos de la alternativa vegetal, la nueva norma.
La crueldad animal, la contaminación y el calentamiento global acelerado, ya no son sinónimo de «bon appétit».
Los hábitos de los consumidores están muy arraigados y, desafortunadamente, la mayoría de la gente sigue pensando que los productos lácteos son saludables y superiores en sabor a sus alternativas vegetales.
No podemos estar menos de acuerdo.
Vamos a demostrar que la alternativa vegetal, además de ser más sostenible, saludable y respetuosa con el bienestar animal, es increíblemente deliciosa.
Si es bueno, está bueno.
¿Por qué deberías unirte al cambio? Re-PLANTéatelo
1. Es mejor para el medio ambiente
Nuestra alimentación es la principal causa de la degradación del medio ambiente. Hablemos de la ganadería, por ejemplo. ¿Sabías que la ganadería es una de las principales impulsoras del cambio climático, la destrucción de la vida silvestre y la contaminación de ríos y océanos?
Así que, si de verdad te importa el medio ambiente, la solución parece sencilla, ¿verdad? Di «no» a los productos de origen animal.
Algunos datos curiosos:
- Las granjas ganaderas son las únicas responsables de casi una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (según la FAO). Una vaca produce la misma cantidad de gases de efecto invernadero que 4,5 coches, lo que básicamente equivale a conducir unos 70 000 kilómetros (datos de la organización holandesa para el bienestar animal Wakker Dier).
- La ONU sitúa la producción de productos cárnicos como la segunda causa de la contaminación del suelo, la contaminación del agua y el aire, y la acidificación.
- La producción de carne es altamente ineficiente y requiere de enormes cantidades de agua. ¿Sabías que para producir un kilogramo de carne de res se necesitan 15 500 litros de agua?
Además, para criar y alimentar a los animales, son necesarias grandes parcelas de tierra. Como consecuencia, multitud de formas de vida vegetal y animal están desapareciendo, y la rápida disminución de la biodiversidad en todo el mundo es cada día más evidente.
2. Es mejor para tu salud
Pasar a una dieta vegetal hará que te sientas más ligero, con más energía y, además, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad. De todos modos, casi todos los nutrientes que obtenemos de los productos animales provienen, a su vez, de vegetales. Los animales son solo los intermediarios.
Y si te asusta que una dieta basada en plantas te debilite, el genial documental «The Game Changers» te demuestra que lo que conseguirás será todo lo contrario. En el documental, diferentes atletas demuestran que el cambio a una dieta vegetal conduce a avances significativos en su rendimiento, llenándolos de energía, aumentando su flujo sanguíneo, haciendo sus músculos más eficientes y acelerando su recuperación al reducir la inflamación. Y lo mejor: no tienes que ser un atleta para disfrutar de estos beneficios. Cualquiera que quiera sentirse mejor en su día a día puede hacerlo.
Frente a todas las ventajas, tan solo encontramos una desventaja para los veganos (aunque es un problema al que se enfrentan también los que comen carne): una deficiencia de la vitamina B12. La vitamina B12 es un nutriente que ayuda a mantener sanos nuestros nervios y células sanguíneas. Esta vitamina se encuentra en el agua y en el suelo, y la razón de que se encuentre también en los animales es que estos se alimentan a menudo de productos cultivados bajo tierra. La deficiencia de vitamina B12 se resuelve fácilmente con suplementos.
Si vives en el hemisferio norte, el seguir una dieta vegana puede hacerte más propenso a la falta de vitamina D. La mayor fuente de vitamina D es la luz solar y, en pequeñas cantidades, también se encuentra en productos animales como el pescado azul y los lácteos. Lo único que has de hacer es asegurarte de tomar algún suplemento de vitamina D durante los meses de invierno.
3. Es mejor para la humanidad
Comemos demasiada carne, lácteos y huevos .Según el periódico británico The Economist, el total de ganado que vive en cualquier momento es al menos tres veces mayor que el número de la población. Y estos treinta mil millones de animales tienen hambre.
Utilizamos al menos el 70% de las tierras de cultivo para la cría de ganado, y la mayoría de estas tierras se utilizan para la producción de piensos (trigo, maíz y soja).
Esto se debe a que la producción de carne animal es altamente ineficiente. De media, se necesitan 7 kilos de plantas para producir 1 kilo de carne. Y como resultado, se necesita al menos una cantidad de agua cuatro veces superior para producir un kilo de carne que para conseguir la misma cantidad de trigo.
Por tanto, podemos afirmar que sería mucho más eficiente usar las tierras de cultivo para consumo humano que para la cría de animales. Así, el veganismo contribuiría significativamente a la reducción del hambre en el mundo (Chatham, M. de Gentle World).
4. Es mejor para los animales
Tanto la bioindustria como las granjas ecológicas han puesto los intereses económicos por encima del bienestar de los animales. Y el sufrimiento animal no es exclusivo de la producción cárnica, sino que también está presente en la industria láctea, del huevo y de la miel.
Así que, dejando a un lado las cuestiones relativas a la sostenibilidad y la salud, ¿no deseas contribuir al fin del sufrimiento animal?
Si alguna vez has tenido una mascota, sabrás que los animales tienen sentimientos y personalidad. Diversas investigaciones han demostrado que, al menos, 100 especies animales muestran tener personalidad, mejor conocida como disposición animal. Incluso los animales de granja experimentan placer y tristeza, alegría y resentimiento, depresión, miedo y dolor. Son mucho más sensibles e inteligentes de lo que podemos imaginar. Jane Goodall, etóloga – Prólogo en The Inner World of Farm Animals.